Factores emocionales en la fotografía de productos

Más allá de tópicos como el de que “una imagen vale más que 1000 palabras” o el de las “imágenes que venden”, al realizar fotografías de los productos para una tienda online tendremos en cuenta que, en comercio electrónico, el cliente sólo dispone para valorar el producto de las sensaciones visuales que podamos transmitir con las fotografías y resulta evidente afirmar que una buena gestión de las imágenes influirá decisivamente en el proceso de compra. 

Las estrategias de marketing para los ecommerce buscarán provocar en nuestro público objetivo esas emociones que resultan determinantes para hacer la selección de los productos, apelando a los sentimientos y conociendo bien sus gustos y prioridades a la hora de efectuar las compras. De entre las emociones que se manifiestan en los procesos de compra del comercio electrónico y el papel que las imágenes transmiten, destacamos algunas:

Deseo. Una buena fotografía de producto que potencie sus cualidades y saque el máximo provecho de su imagen, es básica para fomentar el deseo en el comprador. El deseo del comprador es el motor de compra más potente.

Pereza. La pereza supone un buen motor de compra ya que es, junto a la falta de tiempo, la razón principal para no desplazarse y la emoción que introduce al usuario en el mundo del ecommerce. Una buena manera de no hacer perder el tiempo a nuestros clientes es ofrecer la máxima información sobre nuestros productos y para lograrlo, una buena fotografía es indispensable.

Confianza. La confianza debe darse sobre el método de pago, sobre los plazos de entrega, la seguridad del sitio, los gastos de envío… Pero sobre todo se da respecto a la calidad del producto. Para aumentar la confianza es fundamental contar con imágenes de producto de calidad, que ofrezcan al comprador la máxima información visual sobre el mismo.

Ansia. El ansia es una parte fundamental de aquellas compras que llamamos “impulsivas”, que se producen cuando un cliente tiene la sensación de tener que aprovechar una “oportunidad” de compra única. Para fomentar esa ansia positiva hacia nuestro producto, aparte de lo atractivo de la oferta, debemos presentar el producto de la manera más atractiva posible a través de imágenes que atraiga al comprador.

Ilusión. Recibir un paquete con un producto comprado online produce en muchos casos ilusión en el comprador. Si lo que encuentra no es lo deseado, se produce una desilusión que suele suponer reclamaciones, devoluciones y, en muchos casos, la pérdida del cliente. Para fomentar esa ilusión y evitar las desilusiones, debemos presentar el producto mediante imágenes honestas y realistas, lo más fieles posibles a la realidad del producto.

Fidelidad. La suma de todas las emociones que se dan en los procesos de compra se transforman en una experiencia de usuario (UX) que permiten una fidelización del cliente que lo hará recurrente a la tienda online que respeta y cuida la fotografía de los productos.

FUENTES: La Fábrica de Imágenes | Eh! Comunicación Audiovisual