Fotografía social

Fotografiar bodas gitanas

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Ser un invitado en una boda gitana puede ser uno de los mayores placeres para un festero como yo, pero tener que hacer el reportaje de bodas ya es harina de otro costal.
El mundo gitano está de moda. Hace poco vi una serie documental sobre los gitanos ingleses aunque según algunas informaciones eran más gente trashumante que de etnia gitana. La pinta de casi todos era de ingleses blanquitos que se ponen rojos cuando les da mucho sol. Supongo que tantos años en las islas los ha mezclado definitivamente y había pocos que conservaban los rasgos característicos procedentes de la India. Por otra parte, el resto de tópicos de la etnia gitana si que estaban presentes.

Si os veis involucrados en el reportaje de bodas de una boda gitana hay varios puntos a tener en cuenta:

1. No importa el tiempo que habéis presupuestado. Siempre se hacen más horas.
2. Debes llevarte tarjeta de memoria de gran capacidad. La lista de invitados suele ser enorme y los novios quieren muchas fotografías.
3. Mejor llévate algo para ir comiendo de tanto en tanto. Lo necesitarás.

Antiguamente todos los matrimonios gitanos eran apalabrados por los padres de los novios a una edad muy temprana de acuerdo a la costumbre actual. La novia solía tener entre once y catorce años, mientras el novio contaba catorce o diecisiete. A los pocos años ya tenían varios hijos. En la actualidad son un poco más maduros pero siguen casándose da edades muy tempranas.

Vamos por partes, las bodas gitanas son fastuosas y como tales debes plasmar todo el destello del momento. Desde los ostentosos trajes de fiesta de todos los invitados hasta los elementos decorativos del banquete de bodas. Una muestra la tenemos en la famosa boda de Farruquito:

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A veces todo se entremezcla y te puedes encontrar vestidos como este con especial dedicación al mito de la virginidad gitana:

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El elemento más conocido y seguramente el que contaba con una importancia extrema en una boda gitana es la prueba de la virginidad de la novia. Actualmente hay cirujanos plásticos que realizan una perfecta reconstrucción del himen mediante una técnica conocida como himenoplastia con lo que supongo que en un futuro dejará de tener esa importancia para pasar a ser un elemento más del folklore de la boda gitana. Debe haber pocas gitanas que lleguen vírgenes al matrimonio pero todas pasarán la prueba.

Hasta hace bien poco los familiares de una joven gitana tenían la obligación de vigilarla para que no consumará el acto antes de la boda.
La prueba sobre la rotura o no del himen se realiza en casa del novio por medio de una especialista denominada juntaora o sicobari. Básicamente lo que se hace es introducir un pañuelo blanco en la vagina para romper el himen. Las manchas de sangre que se forman sobre el pañuelo son los que da lugar a que la fiesta siga.

Lo de salir a la calle con el pañuelo es algo que no ya no se suele realizar. Esta foto puede quedar para la historia de la España profunda. Pero tendréis que hacer la foto si o si.