La última fotografía de Federico García Lorca
Fue una de las últimas instantáneas en vida de Federico García Lorca. En su rostro, nada parecía vislumbrar el trágico final qu e le esperaba por culpa de una bala empeñada en truncar el futuro de la poesía en un instante. La fotografía, obra de David Seymour, es uno de los tesoros que acaban de ver la luz gracias al descubirmiento de la maleta mexicana, un equipaje integrado por tres pequeñas cajas de cartón con negativos sobre la Guerra Civil española pertenecientes a Robert Capa, Gerda Taro y Chim (David Seymour), tres de los mejores fotógrafos de guerra del siglo XX.
Gran parte de esas fotografías perdidas -en total eran más de 4.000 negativos- se puede contemplar en una exposición en el International Center of Photography (ICP) de Nueva York.
Al parecer, según afirma el ICP a través de un comunicado, la maleta se perdió en 1939, cuando Capa y Chim fueron obligados a huir de París hacia América. El material, que ya se daba por perdido, apareció milagrosamente en México en 1995 y, desde entonces, ha sido arduamente estudiado por parte de especialistas. Todos los negativos de la maleta mexicana fueron escaneados utilizando modernos programas informáticos y su contenido ha conseguido revelar nuevos y sorprendentes descubrimientos, dando lugar a un mayor entendimiento de la obra de estos tres importantes fotógrafos.
De los aproximadamente 4.300 fotogramas que se encontraron, se atribuye una tercera parte a cada uno: Chim (46 rollos), Capa (45 rollos) y Taro (32 rollos). Además, la maleta contiene dos rollos de retratos de Capa, Taro y sus amigos que se atribuyen al fotógrafo Fred Stein.
Capa, Taro y Chim se instalaron en el París de los años 30 antes de viajar a España para retratar los horrores de una guerra. Desde el bando republicano, acompañaron a los soldados para retratar las múltiples caras de un conflicto.
La maleta mexicana ha permitido sacar a la luz gran parte del trabajo de Chim, que tradicionalmenta había sido más desconocido que el de sus otros dos compañeros. Así, se puede ver su empeño por retratar la vida cotidiana en el bando republicano. Además, supo retratar mejor que ninguno a los protagonistas de esa guerra y, junto a la fotografía hasta ahora inédita de Federico García Lorca, aparecen otros nombres propios como los de Manuel Azaña o Dolores Ibárruri, La Pasionaria.
Muchos negativos pueden arrojar nueva luz sobre algunas de las historias más importantes disparadas también por Capa y Taro, aunque no se ha hallado ni rastro del negativo de la famosa Muerte de un miliciano republicano, que aún hoy muchos siguen pensando que se trata de un montaje.
Dos de las historias más importantes que protagonizan el trabajo descubierto de Capa se centran en las batallas de Teruel y el río Segre (14 rollos), así como de la derrota de los republicanos exiliados en Argelès-sur-Mer, en el sur de Francia (10 rollos).
Las instantáneas de Taro, en cambio, cuentan las batallas de Segovia y Brunete, ésta última reflejo del lugar en que encontró la muerte aplastada por un tanque.
La mayoría de los rollos hallados en la maleta han podido ser identificados a través de los nombres escritos a mano, de las iniciales que aparecen en las guías de la película y por las referencias con anteriores trabajos publicados. De hecho, los negativos hallados en los 56 rollos tienen una correlación directa con los apuntes que Capa, Chim y Taro tenían en sus libretas de trabajo.